¿Os imagináis que alguien a quien conocéis no supiera qué es YouTube? ¿Cómo de probable sería que esto sucediese? En mi caso me aventuraría a decir que las posibilidades son nulas. Según sus propias estadísticas publicadas, YouTube tiene más de mil millones de usuarios (para que te hagas una idea, equivaldría a un tercio de todos los usuarios de Internet), y cada día se ven cientos de millones de horas de vídeos y se generan miles de millones de visualizaciones. Pero, aunque esta plataforma aloja todo tipo de vídeos, en este artículo sólo nos interesa el efecto que YouTube ha tenido en la música, principalmente por convertirse en una forma legal y gratuita de acceder a todo tipo de contenido musical.
Es cierto que YouTube es solo una forma más de consumir contenido musical digital dentro del abanico de posibilidades que existen y que han proliferado recientemente, entre los que encontramos dos modalidades. En primer lugar están las descargas, ya sea de forma ilícita o a través de plataformas como iTunes o Soundcloud, pudiendo descargarse de forma gratuita o mediante un pago. En segundo lugar estaría el streaming, que en resumen es toda forma de escuchar música online sin necesidad de realizar ninguna descarga. El streaming es la gran revolución dentro de la industria musical y la forma de escuchar música que más crece en cantidad de reproducciones y usuarios. Que haya más personas escuchando música y que además lo hagan más veces en principio es un dato positivo para la música, pero a pesar de esto, existe un lado negativo. A pesar de aumentar el consumo de música legal los artistas no reciben más ingresos. Es por esto que el streaming se ha convertido en el último gran problema al que deben adaptarse y enfrentar todas las compañías y personas que pretenden vivir de la música.
Era necesario explicar lo anterior para poder dar una respuesta argumentada a la pregunta del título de este artículo, pues YouTube forma parte de las plataformas de streaming y es además es de las más importantes. Ahora podemos dar respuesta a esta pregunta. Para ello empezaremos con las dos principales quejas que los creadores de contenido de la industria musical tienen respecto a YouTube. La primera es, de forma general, común con el resto de las plataformas de consumo de contenido musical mediante streaming, y es sobre las cantidades que se pagan a los poseedores de derechos sobre la canción, las cuáles se consideran escasas y rallando lo irrisorio. Tal y como dijimos en este artículo, las plataformas de streaming se quedan con el 30% de los ingresos, correspondiendo a los autores y a los artistas intérpretes o ejecutantes menos del 15% de estos rendimientos.
Por otro lado estaría el hecho de que en muchos de los vídeos de YouTube se infringen los derechos de autor y propiedad intelectual. Según un artículo de Industriamusical, "su compañía matriz Google ha tenido siempre una actitud ambivalente hacia el copyright, y la cruzada actual de los sellos discográficos para que se revise la legislación del safe harbour, desmiente una percepción de la industria de que YouTube está tan cerca del margen de la ley como le es posible. Este puede ser el caso, y no hay duda de que las leyes de safe harbour no fueron diseñadas para ser la base del modelo de negocio del titán tecnológico. Sin embargo también es innegable que una generación entera de YouTubers (no músicos) han podido construir carreras muy exitosas en la plataforma. Entonces, el potencial de YouTube solo puede ser aprovechado parcialmente por la música". Para los que no sepáis que es el "safe harbour", en este caso se refiere al hecho de que YouTube no es responsable del contenido que se sube en su plataforma, y que, pese a beneficiarse de este contenido, no ha vulnerado las normas de propiedad intelectual. Las críticas hacia YouTube son muchas, duras y no sólo por parte de los autores, músicos o sellos discográficos, sino también por parte de otras empresas del sector como Apple (Noticia 1; Noticia 2).
Dicho esto, no hay que olvidar el hecho de que YouTube permite dar a conocer la música de forma global de forma barata a personas que, de no existir, quizás no hubieran logrado alcanzar una notoriedad y un público suficiente para poder dedicarse a la música de forma profesional y vivir de ello. Y esto es un gran mérito para la industria musical. Muchos de vosotros no conoceríais muchos grupos de música y artistas que os gustan de no ser por plataformas como YouTube.
Por lo tanto, a fin de cuentas sois vosotros los que debéis responder a la pregunta que planteamos teniendo en cuenta los hechos. Pero, dicho esto, mi opinión personal es que la solución sería que la legislación se actualizase para obligar a YouTube a controlar más su contenido y se asegure el respeto de la propiedad y el derecho de autor.